domingo, 31 de octubre de 2010

INDIFERENCIA



antes de cruzar los confines del mundo
tu alma vuelve sus ojos hacia la casa
que deja   la mirada que aún la humaniza
pronto se consumirá  en la indiferencia 


De Lecciones de tiempo.

lunes, 25 de octubre de 2010

CARL SANDBURG (LA CAMISA)

Mujer con camisa, de André Derain.
Recuerdo que una vez fui corriendo tras de ti y te agarré
       por el faldón de la camisa, que ondeaba al viento.
Una vez, pero hace ya muchos días de esto, me bebí un vaso
       entero de no me acuerdo qué y tu imagen retembló
       hasta posarse sobre la superficie del líquido.
Y de nuevo sólo a ti llegué a oír en la voz cantarina de una
       mujer que algo tarareaba al desgaire.
Una noche, sentado con los camaradas en redor de las
       rojas ascuas de la hoguera, contando historias en
       una lengua cuya hechura hablaba por sí sola ante
       un manto de blancas estrellas:
                   eras tú la que se escabullía reidora
                   en la torpeza de las sombras tambaleantes.
Truncas respuestas del recuerdo me hacen saber que estás
       viva, con el rostro de un espectro que se asoma
       tras algún umbral, en algún lugar, en medio de la
       pujanza y la furia de la ciudad
O bajo una masa de musgo y hojas secas, en silencio, a la
       espera, bajo los brazos nudosos de un roble, lista
       como nunca para echar a correr en cuanto te
       agarre por esta tu camisa ondeante.

De Brumas y hogueras, de Carl Sandburg (1878-1967). Trad. Miguel Martínez Lage.

miércoles, 20 de octubre de 2010

CEGUERA II



la luz de la evidencia te ciega
y ciego ves el alfabeto de los días
los instantes que huyen de la carne
silabeando el destino de los hombres.

De Lecciones de tiempo

lunes, 11 de octubre de 2010

MOMENTO POÉTICO

Caballos de la cueva de Chauvet (Francia)
«...El venerable momento poético es aquel en el que uno trata a las palabras de tú a tu, saltándose todo lo que sabe, como el muchacho que de pronto se da de bruces con un caballo antes de que éste haya sido inmortalizado -es decir, controlado- en la cueva donde vive su horda y bajo la forma de una estampa indelebre llamada "caballo". Durante el momento poético no decimos palabras sino que las palabras nos dicen. Tampoco es una locura: no es cierto que primero pensemos y luego hablemos sino que pensamos hablando o hablamos pensando -según ha reiterado Clément Rosset (y Pierce y Sittgenstein, pero Rosset hace muy poco-, y eso ya es escribirlo. La cercanía de las palabras es poética, su separación como aparato técnico, como lenguaje, es literario».

De Autobiografía sin vida, de Félix de Azúa. 

lunes, 4 de octubre de 2010

EN EL PRINCIPIO

En el Génesis, primero de los libros del Pentateuco, el origen de las cosas y de la vida consta del siguiente modo: En el principio Dios creó los cielos y la tierra. La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas.
Sin ánimo de escandalizar a los muchos creyentes de esta ficción, me atrevo a negarla. El instante primero fue de orden y quietud. La nada estaba en su sitio, inmutable e inalterada, cuando de pronto estalló la vida y los fragmentos del tiempo que la consistían se dispersaron arrastrando consigo millones de diferencias, cada una de las cuales reventó en otros millones de nuevas alteraciones, cada una de las cuales a su vez...De modo que desde ese instante la vida se hizo y se hace más bella y compleja. Crece.

Fragmento del Cuaderno de notas de Manuel T.