jueves, 30 de diciembre de 2010

HIPÉRBOLE (2)



  

Es otoño. Tras la oscuridad me despierta
el roce leve de una hoja.
¡Ah! Si pudiese recordar tal vez recordaría
la espada, la bala o el obús
que me hirió de muerte.
¡Ah! Si alguien acertara a pasar por el bosque
vería la hoja sobre la piedra.
Es otoño. Más allá, en la llanura,
continúa la batalla.

De Conjeturas acerca del tiempo, el amor y otras apariencias (Cartografías, 2009)

lunes, 27 de diciembre de 2010

A SEMEJANZA DEL MAR

Joseph Conrad

«Nos habíamos sentado en torno a mi hoguera tres oficiales. El tercero era ese ayudante que ya he mencionado. Quizá fuese un tipo sin mala intención, pero no tan buena persona como hubiese podido ser sin sus rudos modales y su burda visión de las cosas. Solía razonar acerca de la conducta de las personas como si el ser humano fuese una figura tan simple como, por ejemplo, dos palos cruzados el uno sobre el otro; cuando de hecho el hombre se parece mucho más al mar, cuyos movimientos son demasiado complicados para que nadie pueda explicarlos, y de cuyas profundidades puede surgir Dios sabe qué en cualquier momento».

De El alma del guerrero, de Joseph Conrad (Trad. Enrique Murillo).

jueves, 23 de diciembre de 2010

VERDUGO

El ex general Videla ha sido condenado a cadena perpetua



Verdugo y nadador nadan juntos.
El horror los incumbe. Desnudo uno.
Con el hábito de rigor el otro.
El dolor y la impiedad vulneran sus vidas.
Distinta es la tortura que los derrota.
Otra la muerte que los distingue. 


De Nadadores de altura

sábado, 18 de diciembre de 2010

CALENDARIO (I)

Escena báquica con Minotauro, de Picasso

                                                  Anterior a todo pensamiento, el hombre
                                                  comió, bebió y gozó;
                                                  también luchó contra la bestia y sobrevivió.
                                                    
                                                  Entonces
                                                  ¿qué malvada inteligencia insiste
                                                  en enfrentarlo a la razón y a la muerte?

De Conjeturas acerca del tiempo, el amor y otras apariencias (Cartografías, 2009)

jueves, 16 de diciembre de 2010

EL TIEMPO Y LA CARNE



Con qué prisa
pasa el tiempo por la carne.
Con qué eficacia la corrompe.

Qué hará después,
cuando la vida haya cesado
y el recuerdo sea ceniza.

Qué será después
el tiempo sin la carne.

De Nadadores de altura



sábado, 11 de diciembre de 2010

MEMORIA DEL ÁRBOL



El poeta observa donde escribió el nombre.
Nada había antes en ese lugar. El árbol es testigo.
La memoria del árbol no es anterior a la semilla.
De O las estaciones


lunes, 6 de diciembre de 2010

EL CUENTO SEGÚN CHEEVER

John Cheever en su estudio
«Un cuento o un relato es aquello que te cuentas a ti mismo en la sala de un dentista mientras esperas que te saquen una muela. El cuento corto tiene en la vida, me parece a mí, una gran función. Es, también en un sentido muy especial, un eficaz bálsamo para el dolor; en un telesilla que te lleva a la pista de esquí y que se queda atascada a mitad de camino, en un bote que que se hunde, frente a un doctor que mira fijo tus radiografías... Pasamos el tiempo esperando una contraorden para nuestra muerte y cuando no tienes tiempo suficiente para una novela, bueno, ahí está el cuento corto. Estoy muy seguro de que, en el momento exacto de la muerte, uno se cuenta a sí mismo un cuento y no una novela».
Why I write short stories (Newsweek), por John Cheever.

jueves, 2 de diciembre de 2010

ETERNIDAD DEL BOSQUE


Aunque el árbol envejezca, 
no se altera la eternidad del bosque.
Las hojas que retoñan, asombran y
caen, siguen vivas. Bajo la nieve,
humus o ceniza, abonan la memoria.
El bosque. Solsticio de la madera. 
Marcas del presente. Las estaciones.

De O las estaciones

sábado, 27 de noviembre de 2010

OTOÑO



El oscuro viento brama en el bosque.
La furia del aire dobla las ramas.
Hasta el dolor, las dobla.
Desgaja los árboles. Los despoja.
Con arrebato de fuego eleva hasta
las nubes sus vestiduras de otoño.
Y arriba las abandona. Las hojas.
Quedan flotando. Las hojas.
Un instante en suspenso y caen.
Caen sin prisa oxidando la nieve.
De O las estaciones

martes, 23 de noviembre de 2010

DECLINACIÓN

Minotauro y yegua muerta frente a una gruta y niña con velo, de Picasso.

Caen los párpados y la luz sucumbe a la oscuridad. No hablo de sueños.
Un pálpito de tigre pronuncia las palabras del cuerpo mientras
los terrores se arman y montan en sus caballos entre bufidos y relinchos.
Los terrores patrullan la noche y, con la impunidad que dan las sombras,
se adueñan del espacio. Escriben el laberinto.
No hay horizontes. No hay estrellas.
El minotauro corre de un lado a otro y finalmente perece poco antes
de despertar. Su muerte es inútil. Un rumor de larvas avanza mientras
los olores que genera corrompen el aire.
Cuando los terrores conjugan los verbos bajo los párpados, no hay salida .


viernes, 19 de noviembre de 2010

BREVEDAD DE LAS ESTACIONES

FELICIDAD DEL COLIBRÍ from Antonio Tello on Vimeo.



El runrun que se desovilla
con alborozo de polen en primavera,
vértigo de alas en verano y
rumor en fuga en otoño es
ilusión del silencio en invierno.

¡Qué breve es la felicidad del colibrí!
¡Qué veloces pasan para él las estaciones!



Del libro O las estaciones.


domingo, 14 de noviembre de 2010

CRONO


CRONO from Antonio Tello on Vimeo.


                                           Fuera, en la ciudad,
                                           el viento desespera por el laberinto.

                                           Es un toro. El viento es un toro
                                           que embiste las puertas;
                                           que atraviesa el día.

                                           Al atardecer corro tras la sombra que
                                           dejar caer la hoja de un calendario,
                                           cuyas fechas no reconozco.

                                           La oscuridad me pesa.
                                           Deseo conciliar el sueño.
                                           El toro sacude la noche.
                                           El tiempo barre las calles.

De Conjeturas acerca del tiempo, el amor y otras apariencias (Cartografías, 2010).

viernes, 12 de noviembre de 2010

EL HACEDOR

 La Odisea, atribuida a Homero
El poeta es hacedor de nuevos dioses y perpetuador de hombres: así viven Aquiles y Agamenón, así la gran sombra de Ayax arde todavía, porque el poeta ha hecho del habla un dique contra el olvido, y los dientes agudos de la muerte pierden el filo ante sus palabras. Y como nuestras lenguas tienen un tiempo futuro, lo que es de por sí un escándalo estrepitoso, una subversión de la mortalidad, el vidente, el profeta, los hombres en quienes el lenguaje es una vicisitud de vitalidad extrema, son capaces de ver más allá, de hacer de la palabra algo que se prolonga allende la muerte.

De Lenguaje y silencio, de George Steiner (Gedisa, 2003, trad. Miguel Ultorio).

sábado, 6 de noviembre de 2010

VISIÓN FUGAZ



Desde la ventanilla del tren el paisaje
se extiende en una marisma y
entre los juncos de la marisma
los flamencos cabecean sobre el agua.
Sin embargo detrás de la retina la visión es otra:
el paisaje se extiende en una llanura
y en el espejismo de la llanura
decenas de náufragos agitan sus brazos 
despidiéndose del pasado con ahogados adioses.


De Conjeturas acerca del tiempo, el amor y otras apariencias (Cartografías, 2009)

martes, 2 de noviembre de 2010

Ø

Esa cifra sin rostro que contiene el universo
es un grano de nada amasado con el barro.
Un eco de silencio en la carne; un vestigio de
la inteligencia que rige la matemática del día.

Entre el alba y el ocaso, el cero opera la combinación
de notas que compone el sonido y se da al juego
de los signos; a la aritmética de la voluntad que construye
el mundo; a la geometría de la soledad que traza
las planicies y al cabo, cuando la noche llega
y el esfuerzo de ser humano lo fatiga, se entrega a
su propia sombra. A la nostalgia de ser el número.



Ø (Cero) poema perteneciente al libro Sílabas de arena (Candaya, 2004). Incorpora un CD con recitado del autor y música original de Jorge Sarraute.

domingo, 31 de octubre de 2010

INDIFERENCIA



antes de cruzar los confines del mundo
tu alma vuelve sus ojos hacia la casa
que deja   la mirada que aún la humaniza
pronto se consumirá  en la indiferencia 


De Lecciones de tiempo.

lunes, 25 de octubre de 2010

CARL SANDBURG (LA CAMISA)

Mujer con camisa, de André Derain.
Recuerdo que una vez fui corriendo tras de ti y te agarré
       por el faldón de la camisa, que ondeaba al viento.
Una vez, pero hace ya muchos días de esto, me bebí un vaso
       entero de no me acuerdo qué y tu imagen retembló
       hasta posarse sobre la superficie del líquido.
Y de nuevo sólo a ti llegué a oír en la voz cantarina de una
       mujer que algo tarareaba al desgaire.
Una noche, sentado con los camaradas en redor de las
       rojas ascuas de la hoguera, contando historias en
       una lengua cuya hechura hablaba por sí sola ante
       un manto de blancas estrellas:
                   eras tú la que se escabullía reidora
                   en la torpeza de las sombras tambaleantes.
Truncas respuestas del recuerdo me hacen saber que estás
       viva, con el rostro de un espectro que se asoma
       tras algún umbral, en algún lugar, en medio de la
       pujanza y la furia de la ciudad
O bajo una masa de musgo y hojas secas, en silencio, a la
       espera, bajo los brazos nudosos de un roble, lista
       como nunca para echar a correr en cuanto te
       agarre por esta tu camisa ondeante.

De Brumas y hogueras, de Carl Sandburg (1878-1967). Trad. Miguel Martínez Lage.

miércoles, 20 de octubre de 2010

CEGUERA II



la luz de la evidencia te ciega
y ciego ves el alfabeto de los días
los instantes que huyen de la carne
silabeando el destino de los hombres.

De Lecciones de tiempo

lunes, 11 de octubre de 2010

MOMENTO POÉTICO

Caballos de la cueva de Chauvet (Francia)
«...El venerable momento poético es aquel en el que uno trata a las palabras de tú a tu, saltándose todo lo que sabe, como el muchacho que de pronto se da de bruces con un caballo antes de que éste haya sido inmortalizado -es decir, controlado- en la cueva donde vive su horda y bajo la forma de una estampa indelebre llamada "caballo". Durante el momento poético no decimos palabras sino que las palabras nos dicen. Tampoco es una locura: no es cierto que primero pensemos y luego hablemos sino que pensamos hablando o hablamos pensando -según ha reiterado Clément Rosset (y Pierce y Sittgenstein, pero Rosset hace muy poco-, y eso ya es escribirlo. La cercanía de las palabras es poética, su separación como aparato técnico, como lenguaje, es literario».

De Autobiografía sin vida, de Félix de Azúa. 

lunes, 4 de octubre de 2010

EN EL PRINCIPIO

En el Génesis, primero de los libros del Pentateuco, el origen de las cosas y de la vida consta del siguiente modo: En el principio Dios creó los cielos y la tierra. La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas.
Sin ánimo de escandalizar a los muchos creyentes de esta ficción, me atrevo a negarla. El instante primero fue de orden y quietud. La nada estaba en su sitio, inmutable e inalterada, cuando de pronto estalló la vida y los fragmentos del tiempo que la consistían se dispersaron arrastrando consigo millones de diferencias, cada una de las cuales reventó en otros millones de nuevas alteraciones, cada una de las cuales a su vez...De modo que desde ese instante la vida se hizo y se hace más bella y compleja. Crece.

Fragmento del Cuaderno de notas de Manuel T.

martes, 28 de septiembre de 2010

EL POETA ANTE LA HUELGA

El poeta tiene un pacto tácito y ha de tener un compromiso ineludible con la ciudadanía. No digo pueblo, porque es una voz desprestigiada por el populismo. El pacto y el compromiso no lo obligan a rebajar su voz sino a hacerla oír en los diferentes registros que exigen la poesía y la civis
Ante la situación de crisis económica, política y ética que viven los ciudadanos; ante el abuso del poder económico-financiero, la malversación de las palabras ejercidas desde tales centros de poder y el radical menosprecio a la actividad cultural y la creación artística, el poeta tiene la obligación de adherirse a la huelga convocada en Europa. No ha de hacerlo por las confusas reivindicaciones que cada grupo o sindicato proclama, sino para luchar contra la tiranía de un sistema inhumano, que sume en la miseria a millones de ciudadanos, doblega y corrompe su voluntad y desdice el sentido de las palabras sembrando la confusión. 
Para el poeta comprometido no se trata de hacer una romántica y metafórica huelga de versos caídos, sino de apoyar la huelga convocada actuando para romper esa inmovilidad que permite al poder sustraer los derechos y el bienestar de la ciudadanía.

TARDE






tarde sé de la inutilidad del instinto que persiste
agotándose lentamente   
he dicho tarde   cómo puede ser tarde o temprano
en este lugar de frases iguales y distintas    cada una
cada una con la ausencia  
cada una con la presencia del río que fluye tarde y temprano

De Lecciones de tiempo


lunes, 20 de septiembre de 2010

EXTRANJERO



Ese hombre que camina por la playa,
con la mirada perdida en otro horizonte,
piensa en los innúmeros secretos del Mediterráneo;
también en que en este mar no duermen
su sueño definitivo
Quetzalcóatl, Walichú, Günechén
y otros dioses cuyos nombres ignora.
Ese extranjero que  en la playa sigue el vuelo de la gaviota
sabe que mañana esas aguas mojarán sus cenizas
y que tal vez alguien acuñará su nombre en la piedra,
pero no el de su patria.

Poema expuesto por invitación en la muestra Bicentenario de Chile BCN. Mi gratitud a Natalie Sève.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

OMAR JAYYAM

6
Levantar sobre el mar adobes, vano empeño;
templos de fuego, ídolos, iglesias, sinagogas
me hartan. ¿Quién te dijo, Jayyam, que habrá un infierno?
¿Quién volvió del infierno? ¿Quién marchó al paraíso?

 Robaiyyat (Hiperión, versión española de Zara Behnam y Jesús Munárriz), de Omar Jayyam, poeta persa del siglo XI)

miércoles, 8 de septiembre de 2010

AGONÍA DE LA ORUGA

       al alba         
la oruga  agoniza
    bajo el peso de los sueños

atrapada en una ciénaga de ojos
es inútil su aleteo     
                      el día la atraviesa

y con miles de agujas
el cazador clava los párpados
               en la pared del hemisferio

            a la luz del día
nada altera el orden de las horas

De Lecciones de tiempo

viernes, 3 de septiembre de 2010

CEGUERA

A su paso alza las olas. Encrespa el mar.
Arrastra las dunas. Sacude las ramas.
Ulula en las calles. Golpea las puertas.
Con violencia. No es furia, sin embargo.
Quien cruza el umbral del viento es ciego.
Sus ojos no soportan lo que su voz revive.

De Nadadores de altura.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

PALOMAS

Siempre he pensando que al bíblico Tobit no lo cegaron los excrementos de los gorriones, sino de las palomas que zureaban el día entero en los muros de Nínive. Resulta sospechoso que un ave que ensucia con sus corrupciones balcones y terrazas donde se posa haya sido elegida símbolo de la paz.

¡Ay de la paloma que zurea en los muros de Jerusalem!

Del Cuaderno de notas de Manuel T.

viernes, 16 de julio de 2010

DESPERTAR

El peso de la luz cae sobre los párpados. Ha amanecido. La pesadilla ha quedado atrás y no quiero recordarla, pero manchas de su recuerdo flotan, como diminutos insectos, en el paisaje líquido que se abre en el interior de mis ojos. Sé, estoy sabiendo, que cuando entre en el día ya nada volverá a ser igual. Entonces ¿por qué temo abrir los ojos?
Siento el sol entrar por la ventana dándome de lleno en el rostro. Todo parece arder alrededor de mí, pero me atrinchero en este falso duermevela hasta que el calor se hace insoportable. Me incorporo. El aire lo encandece todo. El suelo arde. La cama se disuelve en las dunas y empiezo a caminar.

De Cuaderno de notas de Manuel T.

domingo, 11 de julio de 2010

BABEL

…vi que la torre de Babel se había multiplicado y supe que no era un espejismo cuando la voz   me atravesó el vientre y mis vísceras se derramaron lentamente trazando un laberinto de calles. En silencio. La ciudad sigue creciendo. La agonía es interminable. Dios es la eternidad.


De Cuaderno de notas de Manuel T.

viernes, 9 de julio de 2010

INCERTIDUMBRE

Tal vez si lo leyera en algún informe: «Esquivel, Luis Fernando, ejecutado el día…», incluso me bastaría que alguien me lo dijera, para que todo se redujera a un abrir y cerrar de ojos. La incertidumbre hace eterno el día. Irreductible el dolor.

De Cuaderno de notas de Manuel T.

lunes, 5 de julio de 2010

LOS DECIRES DEL SILENCIO

«Hay un silencio que procede del desacuerdo con el mundo, y otro silencio que es el mundo mismo. Tomados en su significado más hondo, ambos constituyen una forma de audición, un fijar el oído a la consciencia para discernir qué nos escinde de cuanto nos rodea, qué nos separa de lo que somos. Este frágil sentido de la unidad, paradójicamente, es el que conforma al individuo, in-dividuus, "indivisible", temeroso ante el hecho de convertirse en cómplice de su propia disolución: el silencio, la no presencia de lenguaje, deja la identidad en vilo. Sin embargo, estar callado, y que las cosas callen, facilita escuchar lo que entendemos por origen, principio, momento anterior al primer giro de la Tierra que nos implicó en el devenir».

De No sufrir compañía. Escritos místicos sobre el silencio, Ramón Andrés- Acantilado, 2010).

jueves, 24 de junio de 2010

EXISTENCIA DEL VIENTO






las ramas del árbol constatan una certeza
el viento existe  
y en el aire a su paso queda    
                  una duda pendiente 

De Elogio de los sentidos-II Parte - Aún

martes, 22 de junio de 2010

MAÑANA

El crítico N y la actriz X son amantes. La noche de su beneficio [función en la que el actor se queda con toda la recaudación]. La pieza es lamentable y execrable la actuación, pero N se ve obligado a hacer elogios. Escribe, sucintamente: «La pieza y la dama que aquí honramos han obtenido un gran éxito. Más detalles, mañana». Después de releer estas últimas palabras, él da un suspiro de alivio. Pero al otro día cuando va a casa de X, ella le abre la puerta, se deja abrazar y besar y llegado el momento dice, con expresión sardónica: «Más detalles, mañana».

Cuaderno de notas, de Anton Chéjov (La Compañía de los Libros, 2010, trad. Leopoldo Brizuela).

viernes, 18 de junio de 2010

INSUFICIENCIA

En el curso de la vida sucede
que el esfuerzo del intestino
no basta para evacuar la corrupción. 

De Cuaderno de notas de Manuel T.

miércoles, 16 de junio de 2010

LA SOMBRA DE UN PÁJARO

«Ahora ya estamos fuera», dijo Louis. «Ahora estoy suspendido en el vacío, sin vínculos. Estamos en la nada. Cruzamos Inglaterra en tren. Inglaterra se desliza por la ventanilla, transformándose siempre, ahora colina y luego bosque, ahora ríos y cipreses y después de nuevo pueblos. Y no me dirijo a tierra firme. [...] Yo voy vagamente a ganar vagamente dinero. En consecuencia una amarga sombra, un cortante acento, caen sobre estas doradas espigas, estos campos enrojecidos por las amapolas, estos rebosantes campos que nunca rebosan de sus límites, sino que las espigas avanzan y avanzan, en olas, sólo hasta el límite, avanzan sin cesar. Este es el primer día de una nueva vida, otro radio de la rueda que se alza. Pero mi cuerpo pasa errante como la sombra de un pájaro».

Fragmento de Las olas, de Virginia Woolf (The waves, trad. Andrés Bosch, Bruguera, 1980)

domingo, 6 de junio de 2010

OJOS

Un rumor de voces apagadas me despertó al amanecer. Por unos instantes traté de escuchar con los ojos cerrados el murmullo que me había sacado del sueño y cuando los abrí vi que en la habitación, y presumiblemente en toda la casa, decenas de ojos, como de gente que charlaba en una fiesta, flotaban en la penumbra. Bajé los párpados y me desperté para ducharme. Al abrir el grifo, infinidad de miradas muertas se escurrieron por el sumidero.
De Cuaderno de notas de Manuel T.

viernes, 28 de mayo de 2010

LA SEMILLA DEL CUENTO

Paul Verlaine decía que un poema es tensión hacia la exactitud. Su trasunto en prosa, el cuento, también lo es. Es la flecha disparada hacia el blanco. Pero ¿qué impulso lleva la mano a la flecha, la carga en el arco y la dispara? No es una idea, porque ésta es un artificio de la inteligencia, sino una intuición, un gránulo de fantasía; una suerte de conocimiento surgido extramuros de la razón, acaso de una memoria anterior. Incluso del olvido. Es la intuición lo que vincula al poeta con lo sustantivo, la fuerza que atraviesa su alma en busca de su voz, su forma, para revelar la verdad del poema.

sábado, 15 de mayo de 2010

OBRA DE ARTE Y COMPROMISO ÉTICO

La escritura es una exigencia moral que da forma al fluir de la vida, un modo de ordenar el mundo y restablecer el equilibrio, la justicia, mediante un supremo esfuerzo del espíritu.[...] Decía Hegel que el objetivo de la obra de arte «es representar de una forma concreta y figurada lo que se agita en el alma humana» [..] La conciencia de este objetivo desvincula al artista genuino de las contingencias políticas, sociales, históricas, ideológicas, religiosas, científicas y técnicas, al tiempo que concibe su producción artística como parte de una búsqueda sustantiva, lo dota por un lado para expresarse, si así lo decide, en cualquiera de los géneros que registra la literatura, y por otro lo compromete con una ética de la libertad. Este compromiso ético del artista es uno de los fundamentos que permite a la obra de arte superar la acción corrosiva del tiempo y las fronteras provincianas de la aldea o la nación.
De Nociones sobre el arte de contar.

martes, 11 de mayo de 2010

EL ESTILO TARDÍO

En su hermoso y erudito libro Sobre el estilo tardío (Debate, 2009, trad. R. Falcó Miramontes), Edward Said reflexiona a partir de la frase acuñada por Theodor W. Adorno sobre ese momento crucial en la obra de un creador en que rompe con las convenciones de su tradición y se lanza sobre el futuro. Algunos lo hacen tempranamente y otros al final de sus vidas. Entre unos y otros figuran Mozart, Rimbaud, Mallarmé, Proust, Joyce, Kafka, Beethoven, en quien se centra precisamente Adorno. Para éste, quien acuñó la expresión «estilo tardío» en el ensayo «Spätstil Beethovens», dice Said. «mucho más que para cualquier otro estudioso que haya tratado las últimas obras de Beethoven, esas composiciones que pertenecen a lo que se conoce como el tercer período del compositor (las cinco últimas sonatas para piano, la Novena sinfonía, la Missa solemnis, los seis últimos cuartetos para cuerda, las diecisiete bagatelas para piano) constituyen un acontecimiento de la historia de la cultura moderna: un momento en que el artista, a pesar de ser dueño absoluto de su medio, abandona la comunicación con el orden social establecido del que forma parte y alcanza una relación contradictoria y alienada con él. Sus obras tardías constituyen una forma de exilio». 

viernes, 7 de mayo de 2010

LA MUERTE DE SHEHEREZADE

En Egipto, un grupo de abogados encabezado por Ayman Adul Hakim ha pedido al Fiscal General la prohibición de Las mil y una noches por atentar contra la «decencia pública». La solicitud se basa en la ley de «hisba» residuo normativo del islam. Una vez más la intolerancia -religiosa, política, ideológica- barbariza la sociedad civil causando daños irreparables en el derecho de los individuos a la libertad y corrompiendo el ideal de justicia.

Voces de Babel. Signos de Ur en el cielo.
Es ceniza escrita la que trae el aire.


La ciudad arde. Llora el fauno. Ruge el tigre.
Sheherezade, la amante, ha muerto.


En primavera


¿Es así como acaban las estaciones?

Fragmento del poema O las estaciones. 
Imagen: Sheherezade, de John Anston.

viernes, 30 de abril de 2010

EL DESCONOCIDO

No, las palabras no suenan. No son mías. No dicen lo que escribo. No me reconocen. ¿Cómo avanzar entonces en la escritura? ¿Quién ese desconocido que ahora se apropia de las palabras que hasta hace un instante eran mías? ¿O lo que oigo no es mi voz sino la voz de las palabras que se preguntan: quién es este desconocido de cuyos dedos salimos y nos entrega esclavas al orden de la gramática?

Del Cuaderno de notas de Manuel T.

sábado, 24 de abril de 2010

EL RUIDO

Lo que nace del silencio es sonido que evoca el origen. Sustancia del lenguaje que manifiesta la unidad del ser y la creación del mundo. El ruido es perversión de esa sustancia. Impotencia. El grito humano es ruido nacido de la angustia. Pero ¿es ruido el rugido del jaguar, la caída de un árbol o los golpes del herrero en la forja?


De Cuaderno de notas de Manuel T. - Imagen: El grito, de Edvard Munch.

jueves, 22 de abril de 2010

VIDALITA DEL AMOR AUSENTE

En La campaña del coronel Emilio se narra la frustrada incursión del coronel Emilio Mitre frente a un grupo de soldados a Leuvucó, toldería principal de los indios ranqueles. El relato fue pensado inicialmente como capítulo de la novela De cómo llegó la nieve (Tusquets, 1987), pero finalmente hizo valer su autonomía como cuento (El interior de la noche, Tusquets, 1989; El mal de Q. Candaya, 2009).
El desierto, la sed, la soledad y la muerte acompañan la trágica experiencia que da fundamento a las voces de hombres y animales, que arden en la noche como fuegos fatuos. En ese acontecer, alguien canta una vidalita como un deseo de afirmación del amor más allá de la vida. Más allá del tiempo. Hace unos meses completé la letra de la vidalita, a la que Jorge Sarraute le compuso su música.

miércoles, 14 de abril de 2010

EL EXTRANJERO

El señor Manuel T., cuentan, tenía cuarenta y dos años cuando recibió la última carta de su madre. Desde hacía veinte el cartero le traía una todos los meses, pero él nunca las contestó. Según dicen, Manuel T. contó a algunos amigos íntimos que todas las noches soñaba el mismo sueño: soñaba con grandes planicies nevadas y con invisibles batallas más allá de la blancura. Eso dicen que soñaba, porque el tal Manuel T. era un hombre extraño que hablaba de cosas también extrañas. Digo extrañas queriendo decir que él y sus historias eran extranjeros, venían de lugares sólo conocidos a través de la geografía escueta de los periódicos, siempre parcos de palabras y tal vez de verdades. Muchos tenían al señor Manuel T. por hombre egoísta, soberbio e insensato; otros pensaban que era cruel e inhumano, influidos, posiblemente, por una fea cicatriz que tenía en su oreja izquierda; y los terceros decían que era un excéntrico, cuando no un infeliz solitario y escéptico. Sin embargo, creo que la palabra más exacta, la que además de definirlo le otorgaba esa aureola insolidaria, era extranjero.
Fragmento inicial de De cómo llegó la nieve (Tusquets, 1987)

jueves, 1 de abril de 2010

LAS FRONTERAS DEL LENGUAJE


La vulnerabilidad del lenguaje, que ha permitido el discurso de las ideologías totalitarias políticas y religiosas, el de la vulgaridad de la sociedad masificada y los eufemismos de las democracias hace que el poeta se pregunte por su verdadera capacidad para expresar las respuestas científicas y la soledad existencial del individuo humano que ha perdido las referencias divinas de la intuición y las morales de la razón. 
La existencia del ser en el mundo se nutre de la justicia y su sentido nace de esa exigencia moral que aspira a la armonía entre los individuos y las cosas que lo rodean. Esa aspiración se expresa a través del lenguaje y de la complejidad semántica de la palabra, cuyos límites son los propios límites del lenguaje para aprehender las múltiples realidades del mundo. Sobre esta noción escribí en Sílabas de arena «y rota la palabra / la voz que germina de la vida / y cruza el pensamiento / se pierde [...] en el poema no dicho / el poema no escrito  que / siempre el mismo / siempre otro / late en el abismo» y en Lecciones de tiempo «la palabra que nombra el árbol es árbol / callo / qué significa ahora esa palabra que dice / árbol / qué realidad es ésta que se disuelve fuera del / tiempo / el viento que pasa entre las ramas es inaudible». 
Hugo von Hofmannsthal en su Carta de Lord Chandos escribe casi con desesperación «Ya no lograba aprehenderlas [las cosas] con la mirada simplificadora de la costumbre. Todo se me deshacía en partes, las partes otra vez en partes, y no se dejaba ya abarcar con un concepto. Las distintas palabras flotaban alrededor de mí; cuajaban en ojos que me miraban fijamente y en las que yo a mi vez tenía que sumergir mi mirada: son remolinos a los que me da vértigo asomarme, que giran sin cesar y a través de los cuales se llega al vacío.» 
La palabra «árbol» dice, por convención, que se trata de un árbol, pero al perder las referencias morales que sustentan el mundo, el poeta también pierde la posición central desde la cual puede observar y organizar la realidad a través de las palabras. El desencuentro entre el sentido de la palabra y la vida hace más lacerante las limitaciones del lenguaje para alcanzar ese concepto universal que late en cada palabra «más allá de las fronteras establecidas por los significantes», como afirma el italiano Stefano Agosti. Es así que «árbol», no obstante su precisión, sólo expresa un significado abstracto, pero no el sentido último y secreto que expresaría el significante, el cual conduce al lenguaje mudo, «la lengua en la que hablan las cosas mudas», como dice Lord Chandos. De aquí que, como Wittgenstein, acabe constatando la incapacidad del lenguaje parar nombrar la vida. Pero aun aceptando este hecho, el poeta tiene el deber de expresar su experiencia al borde del abismo, incluso de aquello que, como el horror, apenas puede articularse.
De Cuaderno de notas de Manuel T.